Siempre se ha asociado la imagen de Leonardo al dibujo custodiado en la Biblioteca Real de Turín. Realizado con tiza roja sobre papel color crema, muestra a un hombre de avanzada edad, con cabello largo y barba espesa, semejante al del dibujo de Melzi. Desde el siglo XIX, esa ha sido tenida como la verdadera imagen de Leonardo. Pero al parecer, la obra –que se creía original del maestro y por tanto un autorretrato– no solo es cuestionable en su autoría, sino que, de ser autógrafa de Da Vinci, lo sería de la década de 1490, cuando el pintor no habría alcanzado todavía la avanzada edad del sujeto representado. El dibujo de Turín llegó incluso a superponerse a la imagen de La Gioconda, tratando de demostrar que esta era en realidad el retrato de un Leonardo travestido. Lo cierto es que la imagen de Turín es en apariencia cercana al retrato de Melzi y a la representación que Rafael hizo de Leonardo como Platón en su famoso fresco La Escuela de Atenas.